jueves, 4 de agosto de 2011

Aprendiendo a respirar...

Me siento tan cómoda cuando estoy en medio de espacios abiertos, cuando siento que me puedo mover libremente…cuando siento que puedo desplegar mis alas y volar. No le temo a las alturas, no le temo a los espacios amplios y vacíos…no le temo al silencio…

Me siento tan incómoda cuando estoy en medio de espacios cerrados, pequeños, cuando no tengo libertad de movimiento…cuando no puedo desplegar mis alas. Le temo a los espacios reducidos y llenos. Me siento agobiada y perdida en medio del ruido y la sobrecarga de estímulos…

Mi amigo Tião citando a Goethe, me recuerda que el movimiento de mi respiración puede darme algunas claves…

“En el respirar dos gracias pueden encontrarse:
Inspirar el aire y de él librarse.
Inspirar oprime; expirar libera.
Tan linda es hecha de la vida una mezcla.
Agradece a Dios cuando te aprieta.
Agradece a Él cuando de nuevo te libera.”


Tião plantea en ese mismo texto que:

“Crear condiciones para un movimiento equilibrado entre inspiración y expiración, entre contracción y expansión, entre proteger y exponer, es el gran desafío de aquellos que escogen servir al desarrollo.”

Asumo el desafío de aprender a respirar mejor y prestar atención profunda y consciente a mi respiración…